Un hombre llamado Donald Clifton descubrió que la vida del ser humano estaba moldeada por la manera en que nos relacionamos unos con otros. Su teoría llamada “Bucket Filling” (Llenando la Cubeta) es usada hoy en día en escuelas, además de varias empresas.
Él decía que nuestra conversación o interacción con otros puede afectar profundamente nuestra vida, en manera negativa o positiva.
Depende de lo que compartas o saques de la vida de los demás así también lo recibimos para nosotros mismos. Clifton decía que todos tenemos una “cubeta” para que sea llena y un “cucharón” para llenar o sacar de esas cubetas. [Cubeta comparación de nuestra vida, ser o emociones. Cucharón lo que decidimos decir o hacer] Con el “cucharón” tenemos la decisión de llenar con optimismo una “cubeta” o sacar con pesimismo de la misma. Su teoría se basa en que hagas lo que hagas te afectará a ti de esa misma manera lo cual se llenará o se vaciará tu cubeta, positiva o negativamente.
Clifton agregó: “Una cubeta llena nos da una visión positiva y una cubeta vacía intoxica negativamente nuestra vista"
Mientras oraba, el Espíritu empezó a hablar palabras a mi vida declarando quién soy en Cristo. Al hablarlo para mí misma se levantaba mi espíritu, mis fuerzas, me alentaba. Me veía más como soy en Papá. Y fue entonces cuando escuché la frase “Fill your Bucket” “Llena tu cubeta”.
Explicaba al principio que al hablar a los demás también eso recibes en ti. En lo espiritual entendí que aquello que hablas a ti mismo es eco y resonancia de lo que Dios ya ha dispuesto y predestinado de antemano desde el principio. Lo que hablas no es nada nuevo para Dios. Ya así lo había hecho en nosotros. Somos quienes somos por Él y para Él. Nuestra vida está moldeada por lo que Dios dice no por los demás hagan o digan.
Hay situaciones en las cuales no sientes decir lo que ya sabes de ti. Tienes tanta mentira que haz visto o escuhado que ya eso es lo que crees. Es necesario poner en ¡ALTO! a lo que te afecta. Medita en lo que Dios te muestra y te habla.
Llena tu propia cubeta de palabras de vida y no de muerte. Llena tu cubeta de palabras de amor y no de rencor. Llena tu cubeta con palabras de alegría y no de tristeza. Llena tu cubeta de Luz y no de oscuridad.
Con la cubeta llena de la Verdad habrá alumbramiento. La visión clara provocará que en vez de sacar o drenar, eches en las cubetas de los otros. No seas la causa que los afecte, trae y comparte vida de Dios. Echa en sus cubetas gestos y/o palabras de amor. Es tiempo que vean la Luz que habita en ti. Es tiempo de Llenar la cubeta...