Hace ya unos 20 años atrás, cuando apenas solo tenía 15 años, fui víctima de un accidente de auto. Fue una gran lucha tener que batallar con el dolor que mi cuerpo sentía a causa de los golpes y la heridas recibidas. Como resultado de este terrible evento fui afectada emocionalmente al no poder ver en el momento que todo era un proceso de Dios.
Nos hacemos de la idea que cuando venimos al camino de nuestro Padre nada malo nos ocurrirá. Pero no es así, la misma palabra lo declara en 1Pedro 1:6-7, diciendo, que vamos a tener pruebas pero son necesarias para que nuestra fe y confianza se fortalezcan en Él. Igualmente, prueban nuestro amor y fidelidad por el Padre puliéndo el carácter en nosotros.
Si observáramos nuestra vida desde la perspectiva de Dios tendríamos verdadera confianza en Él ya que estaríamos conscientes que Él tiene control de TODO.
En el siguiente enlace podrás ver el testimonio del milagro maravilloso que Dios hizo en mi vida através de esta fuerte prueba. ¡Sé fortalecido y edificado al escucharlo!